miércoles, 17 de junio de 2009

EL HOMBRE QUE CONFUNDIÓ A SU MUJER CON UN SOMBRERO (1985), DE OLIVER SACKS. ASUNTOS INTERIORES.


Oliver Sacks es un conocido neurólogo cuyos libros, relatando los casos clínicos a los que se enfrenta diariamente, son auténticos best-sellers. Lo más terrible de este que acabo de leer es que su título no es metafórico ni mucho menos, sino que se refiere, literalmente, a un hombre que realmente confundió a su mujer con su sombrero e intentó ponérsela en la cabeza, delante de los ojos del doctor Sacks. Realmente las magníficas historias de Rompetechos no me parecen ahora tan exageradas.

Desfilan por las páginas de este ensayo una gran variedad de tipos humanos, casi todos con un denominador común: se hallan perdidos en sus propios mundos a causa de enfermedades cerebrales de todo tipo y su anclaje con el mundo exterior, el que nosotros, seres normales, vivimos cada día, resulta ser enormemente dificultoso. Normalmente el autor puede hacer bien poco para remediar estos males, solo intentar hacer más llevadera la vida de estos inadaptados y, lo que es más importante, establecer canales de comunicación con ellos.

Resulta estremecedor constatar el poco terreno que nos separa de los abismos de la locura, como cualquier leve fallo de nuestro sistema cerebral puede alterar nuestra vida por completo: provocarnos fallos de memoria, de percepción, de movilidad, hacernos sentir que nuestro propio cuerpo no nos pertenece... o incluso llegar a experimentar accesos de felicidad instantánea y completa, pues no todas las experiencias son negativas y el doctor Sacks a veces deja entrever la idea de que no existe un "estado normal" de la mente, sino que cada individuo tiene una percepción distinta y original del mundo en el que vive. Él se ocupa de los estados más extremos de desviación de lo que consideramos normal y lo hace con gran humanidad, tratando de ponerse en el lugar del paciente, de comprender sus actos y sus sufrimientos. No siempre lo consigue claro, pero su escritura limpia nos da una idea de la lucha diaria a la que debe enfrentarse, una lucha desigual, pues se enfrenta a casos únicos y el desconocimiento acerca del funcionamiento y las posibilidades de nuestro cerebro es inmenso.

Un libro rebosante de humanidad, que nos ayuda a comprender lo que realmente somos, cuya lectura estremece y conmueve al lector a partes iguales.

6 comentarios:

  1. Yo no lo hubiera dicho mejor: conmueve y estremece a partes iguales.

    Me lo recomendaron hace tiempo y es de esos que lees poco a poco para saborear cada caso,

    un saludo.

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  2. Muchas gracias A. Lo cierto es que es nuestro morbo a lo desconocido y el horror íntimo que producen las enfermedades cerebrales los que nos hacen leer estos casos con tanto "entusiasmo".

    Un saludo.

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  3. Hola Miguel un libro interesante sin duda.Me gusta la forma en la que acometes la critica de los libros,es muy ilustrativa y coincidimos en bastantes cosas.Sin embargo se echa en falta tu faceta de contador de historias(no digo escritor porque me da risa imaginar la cara que puedes poner).A ver si de vez en cuando nos regalas otra vez algún escrito tuyo.
    Saludos.
    Begoña.

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  4. Hola , Miguel

    Estoy de completamente de acuerdo contigo. Hace poco he terminado de leer "Un antropólogo en Marte", otro libro de este autor basado en casos clínicos y para el que suscribo todo lo que has comentado acerca de "El hombre que ..." De aquel me gustó especialmente el relato que da título a la obra (narra su encuentro con Temple Grandin, una profesora autista) y que a mi entender no es sólo una excelente aproximación al mundo interior (tan desconocido y difícil de entender)de estos enfermos, sino que tiene otras lecturas más allá de las meramente científicas , como son la de la soledad del que se se sabe distinto y por ello incomprendido y de sus esfuerzos en integrarse en la sociedad o de cómo en este camino algunas personas llegan a encontrar un refugio en el estudio , en la ciencia o en la cultura . Y es que como tú muy bien dijiste en el comentario de " Un mundo feliz" , eso es lo que tiene los grandes libros , que dan para muchas lecturas.
    Un cordial saludo .

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  5. Hola Begoña, me alegro mucho de verte por aquí. Ya me gustaría a mí que me volviera la inspiración, pero por ahora ya hago bastante con escribir aquí en el blog. Estoy pensando en acometer algo más ambicioso, como una novela corta, y estoy empezando a buscar fuentes de documentación, pero no puedo decir más. En cuanto "me salga" un cuento lo publico con mucho gusto.

    Un abrazo a los dos. A ver si hablo con Franjamares sobre la asociación "Mejor con un libro", que puede interesarle.

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  6. Muy buen comentario, Antonia. Desde luego me han quedado muchas ganas de seguir leyendo libros de Sacks, pero tengo tanto pendiente de otros autores...

    A ver si nos vemos el jueves en Cincoechegaray.

    Un abrazo.

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