jueves, 19 de marzo de 2009

WATCHMEN (2009) DE ZACK SNYDER. LOS VIGILANTES VIGILADOS.


Acudí al cine escéptico, receloso de una película de la que no había escuchado nada bueno: primero fue la polémica de si se estrenaba o no e inmediatamente después, las reacciones airadas de unos fans que parecen haber estado vigilando a estos vigilantes con lupa, para después molestarse si algún detalle de la producción contradice su visión de la obra maestra de Alan Moore.

Pues yo he de decir que disfruté como pocas veces lo he hecho en una sala de cine. También es cierto que ayudaba la esplendorosa sala IMAX, pero he de decir que la traducción de las sagradas imágenes de Gibbons a la pantalla grande son todo un acierto y mantienen impecable el espíritu y el ambiente del comic. Los actores que encarnan a los personajes están perfectamente elegidos y se nota que nada se ha dejado al azar. La historia se mantiene casi al cien por cien fiel al original (excepto en un detalle al final, que incluso es una idea que mejora ligeramente el comic) y si no se han desarrollado capítulos como la historia de los piratas es porque ciertamente hay elementos que no son adaptables al cine, por mucho que se quiera ser estrictos con la obra. La banda sonora está muy bien elegida también, recalcando el ambiente ochentero reconocible en todo el metraje (ese Aleluyah de Leonard Cohen mientras Buho Nocturno y Espectro de Seda hacen el amor en la nave del primero...) y en general el tono oscuro y la mala leche del comic son bastante respetados, haciendo de la película una experiencia no apta para menores, ni siquiera para quienes buscan la mera acción de una película convencional de superhéroes. Esta es otra cosa (y aquí entraría en relación con la magnífica "El caballero oscuro") y los héroes son desmitificados e incluso ridiculizados sin piedad en ocasiones. El director tiene la valentía de respetar incluso los diálogos más cínicos y políticamente incorrectos, sin hacer concesiones a la comercialidad más que en un par de escenas de lucha a cámara lenta que son lo único que chirría un poco en la función. Como ya he dicho en el post anterior, los personajes son humanos y eso se nota y los actores saben transmitirlo.

Un gran complemento para un comic perfecto. Una película para visionar en más de una ocasión, dejando aparte los prejuicios. Zack Snyder ha realizado una labor precisa de relojero para entregarnos un producto muy coherente con el original, que con los años se convertirá en un pequeño clásico. Un gran ejemplo de como aunar presupuesto, efectos especiales e inteligencia.

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